Vents
del Mon

Cuando nace el artista que llevas dentro

La historia de Miguel Redondo Rodríguez, un gran artista que tallaba increíbles obras alentado por su pasión hacía el mar y los navíos que cruzaban su norteño temperamento. Surcaremos a través de sus vivencias y la magnificencia con la que Miguel las vivía, además, también podremos encontrar el catálogo digital que reúne sus obras más reconocidas y emblemáticas.

Nacimiento

Nacido en la más profunda Castilla, en Villahermosa (Ciudad Real), en el año 1920, Miguel Redondo Rodríguez tras una infancia en su tierra natal, y con motivo de los acontecimientos bélicos que por España se sucedían, tuvo que emigrar hacia otra zona del país, siendo su destino y el de su querida mujer, Araceli Serrano Alcázar, Amorebieta-Etxano (Bilbao).

Villahermosa, Ciudad Real.
Amorebieta-Etxano, Bilbao.

Juventud

Desde muy joven estaba lleno de inquietudes y comenzó a leer historias sobre el mar y temáticas relacionadas, hasta que un día, desde lo más profundo de su ser, le surgió la inspiración de hacer una talla de madera de un barco. Un barco que jamás había visto.

Sin darse cuenta, había comenzado un hobby que le acompañaría el resto de su vida.

‘‘Quedé tan contento con mi obra, que decidí regalarla a la ermita de mi pueblo manchego, La Virgen de la carrasca. Desde entonces comencé a trabajar con más ahínco.’’
Miguel Redondo Rodríguez

El artista

La afición hizo que sus producciones se convirtieran en una gran obra. Comenzó con pequeñas tallas de todo tipo de naves y buques marinos (veleros, griegos, vikingos, piratas) perfeccionando su estilo, incorporando nuevos elementos y finalmente consiguiendo obras únicas.

‘‘Es cierto que requiere mucho tiempo, pero como todo en la vida. Y para que algo se haga bien, inevitablemente, necesita tiempo.’’
Miguel Redondo Rodríguez

Una de sus primeras grandes maquetas.
Miguel Redondo(derecha) en el taller junto a uno de sus grandes amigos.
Reproducción en madera de el Guernica de Picasso.

La pasión

Tras muchas años saliendo de trabajar en la fábrica y posteriormente acudiendo a su taller a seguir con su hobby, Miguel Redondo conseguiría crear más de 250 tallas en toda su vida, entre las que se incluían, además de barcos, recreaciones en madera de animales, elementos religiosos, e incluso cuadros.

‘‘Me gusta mucho la madera, y crear formas con ella. Esculpir es verdaderamente un arte.’’
Miguel Redondo Rodríguez

Profesión

Miguel Redondo entendía el tallar como el esculpir, dar formas con mucha precisión desde un tronco de madera.
El casco interior el casco del barco, los propios mástiles, o secciones complejas, era necesario trabajarlas con el uso de herramientas específicas (limas, gubias, lijas) y numerosas horas.

En sus primeras exposiciones, en el Hotel Carlton, (Bilbao), explicaba a los asistentes el cómo se utilizaban las herramientas, incluso en ocasiones hacía alguna exhibición en directo. El hobby cada vez se convertía más en un estilo de vida.

‘‘Es cierto que requiere mucho tiempo, pero como todo en la vida. Y para que algo se haga bien, inevitablemente, necesita tiempo.’’
Miguel Redondo Rodríguez

Miguel Redondo trabajando.
Parte de las reproducciones.
Primeras apariciones en el periódico.
Recorte del diario Valencia (2007).

Reputación

Según iba pasando el tiempo, aumentaba el número de periodistas que querían entrevistar a Miguel Redondo para conocer sus magníficas obras y saber sobre el origen de la algunas de las tallas que regalaba a familiares y amigos.

Además del Hotel Carlton, realizaba exposiciones en pequeñas salas de pueblos del País Vasco. Siempre llevaba unas 10 tallas y algún cuadro, e iba acompañado de sus familiares.

Legado

Miguel Redondo falleció en el año 2008, dejando el legado de su obra a su familia, y gestionada por la figura de Pedro María Redondo, uno de sus hijos, quien comenzó a darle visibilidad por el ámbito nacional y a despertar el interés de su presencia en espacios como el Museo Marítimo de Bilbao, Círculo de Bellas Artes de Valencia con motivo de la American’s Cup, el Castillo de Peñiscola, etc.

Miguel Redondo con algunas reproducciones y uno de sus 6 hijos.
Miguel Redondo en una de las exposiciones (1988).

Actualidad

Actualmente sigue una ruta por museos nacionales y se conserva en su totalidad. Durante los días de exposición, y solo en algunos días y horas puntuales, Pedro María Redondo está presente en las salas para explicar detalles de la obra, historias de Miguel Redondo y hacer las visitas muy acogedoras.

‘‘La única forma de ser feliz en esta vida
es hacer lo que realmente te gusta.’’

Miguel Redondo Rodríguez

Con una de sus mayores obras. El Galeón, en el que invirtió un total de 3400 horas.

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